lunes, 23 de julio de 2012

Cocina con los niños

Elegir la receta, reunir los ingredientes y todo el material que van a necesitar, es algo que puede cambiar la concepción de los niños acerca de los alimentos y de la comida. Los niños pueden aprender importantes valores necesarios para su desarrollo psicológico como la responsabilidad y el valor de colaborar en las tareas de casa. Además es una buena vía para que se inicien en conocer cuáles son las propiedades de los alimentos, y la importancia de llevar una dieta equilibrada. Es importante concienciar a los niños en las claves de la buena alimentación, así como en la necesidad de aprovechar la comida y no desperdiciarla. Cuando hablamos de cocina para niños, enseguida nos viene a la mente recetas de cocina fáciles y divertidas, porque los niños son así, aprenden jugando, y cualquier cosa que signifique diversión les llama la atención. Ensaladas de frutas frescas con queso mozzarella Ingredientes (4 personas) 1 manzana 1 pera 1 kiwi 1 naranja 500 g de lechuga 200 g de queso mozzarella o queso asadero 60 ml de aceite de oliva 20 ml de vinagre Una pizca de sal TIEMPO: 5-10 min Cómo se elabora: Lavamos y desinfectamos las lechugas, escurrimos y colocamos como base en los platos donde vayamos a presentar la ensalada. Pelamos y cortamos en dados la pera, la naranja, el kiwi y la manzana. Ponemos la fruta sobre las lechugas variadas, aliñamos con la vinagreta elaborada con el aceite de oliva, el vinagre y la sal. Una vez aliñado el conjunto, decoramos con unos trocitos de queso mozzarella por encima de la ensalada. Comentario nutricional Las ensaladas que combinan frutas y verduras crudas son muy refrescantes y al mismo tiempo la mejor manera de aprovechar todas las propiedades nutricionales de estos alimentos, ya que al no estar sometidas a tratamiento térmico, conservan todas sus vitaminas. Esta combinación de vegetales enriquece la receta en fibra, elemento fundamental para mantener una buena salud intestinal, y además contribuye a prevenir y mejorar enfermedades como la diabetes y la obesidad. Entre las vitaminas más destacables están la vitamina C y los betacarotenos, ambos con poder antioxidante, y el ácido fólico. Las frutas variadas además van a dar un toque de color muy alegre a la ensalada de manera que resulte atractiva para los más pequeños. Por otro lado el queso aporta vitaminas como la B1, la B2 y la A, y minerales como el calcio y fósforo, de gran importancia para el organismo. Información obtenida de las páginas electrónicas: www.consumer.es y www.guiainfantil.com

Receta: Sándwich de tres en raya

Las recetas en las que los niños pueden participar con mayor facilidad y seguridad son las de elaboración sencilla que no requieren la utilización del fuego. En caso de que lo necesitaran, conviene que los niños realicen las operaciones previas y la decoración final y sean los padres quienes cocinen los alimentos. Ingredientes •Pan de caja •Cuatro rebanadas de queso •1 rebanada de jamón cocido •1 zanahoria •Aceitunas o jitomate Consejos: Puedes utilizar otros ingredientes como queso de untar, jamón serrano o aceitunas negras, lo importante es ser imaginativo. Preparación de sándwich de tres en raya 1. Colocar dos rebanadas de queso sobre una rebanada de pan de caja. Si lo prefieres, unta el pan con queso crema o mayonesa. 2. Lava y pela la zanahoria, córtala en tiras finas a lo largo. escoge cuatro tiras y forma una cuadrícula encima del pan, de forma que quede dividido en cuadraditos iguales. 3. Corta el jamón cocido en tiras, y haz trocitos más pequeños. Coloca dos o tres, formando cruces, en distintos cuadrados del sándwich. Corta en rodajas una aceituna y haz lo mismo, ¡Ya tienes un bocadillo único!. www.guiainfantil.com/

lunes, 16 de julio de 2012

Historia del Azúcar

Aunque las primeras referencias del azúcar se remontan a casi 5.000 años, a España no llega hasta la Edad Media. Su expansión está ligada, como la de tantos otros productos, al avance de las conquistas y el devenir de la historia. • Hablar del azúcar es hablar de la remolacha azucarera y de la caña de azúcar. El cultivo y la extracción del azúcar de remolacha no se desarrolla hasta la época de Napoleón. La ruta de la caña ha sido siempre de Oriente a Occidente, desde el Indico al Mediterráneo y, finalmente, al Atlántico. Nació en Nueva Guinea y llegó hasta la India, desde donde se extendió a China y al Próximo Oriente. Fueron precisamente los indios los pioneros en probar su sabor. • Las primeras referencias históricas del azúcar, en el año 4.500 antes de Cristo, así nos lo demuestran. Mucho tiempo después, hacia el año 510 a.C., el azúcar llega hasta Persia donde los soldados del Rey Darío fascinados por sus propiedades la denominaban "esa caña que da miel sin necesidad de abejas". • Su desembarco en Europa se produce en el siglo IV antes de Cristo, a raíz de los viajes y conquistas de Alejandro Magno a través de Asia. Más tarde los griegos la dejan en herencia al Imperio Romano, que la denominará "sal de la India". • De aquí saltamos al siglo VII de nuestra era, que marcará un hito importante en la difusión del consumo de azúcar. Son los árabes, tan aficionados al dulce, los que al invadir las regiones del Tigris y el Éufrates, descubren las infinitas posibilidades que presenta. Éstos lo introducen en las zonas recientemente conquistadas, cultivando la caña de azúcar en Siria, Egipto, Chipre, Rodas y todo el Norte de África. Es precisamente allí, donde los químicos egipcios perfeccionan su procesado y la refinan. Continúa la expansión de su consumo a través de los viajes de los comerciantes venecianos y, un siglo más tarde, a través de las Cruzadas a Tierra Santa, se da a conocer este alimento en todo el mundo cristiano. • Hasta la Edad Media el azúcar no llega a España, donde se implanta como una especia alimenticia, y como tal, es usada para perfumar platos, lo mismo que la sal o la pimienta. Los boticarios comienzan a utilizar el azúcar como parte integrante de gran cantidad de recetas. Variando sus proporciones, se preparaban pócimas y medicinas que recomendaban a su clientela para curar toda clase de males, incluido el "mal de amores". • Con el descubrimiento de América, el azúcar viaja de manos de los conquistadores españoles a Santo Domingo, donde se cultiva por primera vez a gran escala, llegando, más tarde, a Cuba y a México. Paralelamente, otros españoles en sus viajes favorecen su expansión a zonas asiáticas, como las Islas Filipinas y archipiélagos del Pacífico. De manos de los portugueses la caña de azúcar llega a Brasil, los franceses la introducen en sus colonias del Océano Indico y los holandeses en las Antillas. • A finales del siglo XVII la producción y el consumo de azúcar de caña se encontraba extendido prácticamente por todo el mundo. Un siglo más tarde, en 1705, el químico francés Olivier Serrés, descubre las propiedades azucaradas de la remolacha, y pocas décadas más tarde, el alemán Margraf logra extraer y solidificar el azúcar de esta planta, dando origen a la instalación de las primeras fábricas de azúcar de remolacha en Prusia. Las colonias se habían convertido en los principales productores mundiales de azúcar y la lucha por su independencia amenazaba el abastecimiento de Europa. • Así, a comienzos del siglo XIX Napoleón Bonaparte impulsó, a través de sus campañas, la difusión del alimento y potenció el cultivo de la raíz de la remolacha y la construcción de azucareras en Francia, política que siguieron otras naciones de Europa Central y Alemania. En España se comienza a sembrar remolacha a finales del siglo pasado, al decaer nuestra influencia directa sobre Cuba, intensificándose poco a poco su cultivo. Surge la industrialización y comienza el periodo de instalación de fábricas. La primera se instala en Alcolea, provincia de Córdoba, en 1877. Durante el siglo XIX continúa la producción y elaboración simultánea del azúcar procedente de caña y de remolacha. Con la abolición de la esclavitud, y por tanto de la mano de obra barata que trabajaba la remolacha, la producción entra en un periodo de crisis. La Primera Guerra Mundial permite a los productores de caña recuperar el mercado perdido y controlar más de la mitad de éste. A partir de aquí, los organismos internacionales y los gobiernos de los principales países productores, establecerán cuotas de exportación y producción de caña y remolacha, para mantener el equilibrio y el control del mercado. • A lo largo de toda su historia, el azúcar se ha manifestado como un producto de temprana e intensa vocación mercantil. A ello han contribuido tanto las limitaciones climáticas para el cultivo de la caña de azúcar, como su creciente presencia en la alimentación humana. • El azúcar es en la actualidad un alimento habitual en la dieta de todos los países. Reivindicado por científicos y expertos internacionales, es considerado hoy como uno de los principales aportes energéticos para el organismo. http://www.iedar.es/azucar/historia.htm

Brochetas de frutas

Las frutas son un alimento que no puede faltar en nuestra alimentación diaria y para aquellos que suelen cansarse o no les apetece comer la fruta entera y fresca tal como la compramos. Esta es una receta sencilla y nutritiva: brochetas de frutas que por porción de 2 pinchos aporta: Ingredientes. (Para 2 porciones o 4 brochetas) 1/4 manzana roja 2 fresas, 1/2 plátano, 1/2 kiwi, 1/2 naranja chica, 1/4 de mango y yogur líquido. Preparación. Lavar bien todas las frutas y pelar el mango, la naranja y el kiwi. Pelar el plátano y cortar en rodajas de aproximadamente 1 cm de espesor. El resto de las frutas deben cortarse en cubos, excepto las fresas que sólo les retiramos las hojas y las partimos por su mitad. Las colocamos en palillos de brochetas para armar los pinchos, siempre intercalando colores para que el resultado final quede más atractivo a la vista. Finalmente, colocamos las brochetas en un plato y salseamos con el yogur líquido por encima. ¡Listo para comer! Para comer. Las brochetas de frutas son una manera diferente de consumir estos sanos alimentos. Ellas son ideales para un snack saludable, como postre y para compartir con los más pequeños del hogar que incluso, pueden colaborar en su armado. Es un plato tan sencillo como nutritivo, ya que nos ofrece variedad de vitaminas y minerales, fibra, hidratos de carbono y proteínas derivadas del yogur. Quizá es una buena forma de incluir frutas en la dieta, de una manera diferente, muy atractiva a la vista y sabrosa para cualquier momento del día. Por supuesto, podemos variar las frutas y elegir las que más nos gusten o las que estén en su mejor época de consumo.

viernes, 13 de julio de 2012

Consejos para elegir frutas de buena calidad

Las frutas son auténticas delicatessen que nos ofrece la naturaleza. En su composición hay azúcares naturales que les proporcionan una peculiar relación dulce-ácida, un sabor exquisito. Su textura es crujiente y refrescante. Además todos los elementos de su composición son sanos e influyen beneficiosamente en nuestra salud. La fruta está compuesta por Agua, Minerales, Azúcares naturales, Fibra, Vitaminas, Carotenoides y Bioflavonoides. Los tres primeros son elementos básicos. La fibra natural favorece el tránsito intestinal y evita el cáncer de colon. Las vitaminas nos ayudan a defendernos de los agentes infecciosos y contaminantes. Los carotenoides y bioflavonoides nos protegen frente a las dos enfermedades más temibles del mundo occidental: el cáncer y los ataques de corazón. En un solo producto encontramos siete elementos vitales para nuestra salud, una concentración difícil de superar por cualquier otro alimento. La fruta es pues una medicina natural, sana, preventiva, fácil de conseguir y mucho más barata que las que se venden en las farmacias. Estos son algunos consejos de como escogerlas: 1. Es importante fijarse siempre que no esté aguada o seca y lo ideal es comprarla cada tres días, pues después de este tiempo su frescura es casi nula. 2. Consumir frutas de la temporada, son más baratas y esto garantiza su frescura. 3. Para que dure, importante fijarse en el brillo y no en la cáscara. 4. Las manzanas deben separarse del resto de la fruta, ya que sueltan etileno, un tipo de alcohol que favorece a la maduración. 5. Elije frutas y verduras que tengan consistencia dura, si se trata por ejemplo de tomates, papas, cebollas, naranjas, melón y demás frutas o verduras que deban por naturaleza tener esa apariencia. 6. Evita comprar frutas y verduras golpeadas. 7. Para asegurar calidad siempre es mejor visitar el mercado tradicional, es buena idea adquirirla en pequeños productores. 8. Oler la fruta, una fruta con poco aroma está inmadura, una con aroma intenso a flor está en su punto y otra más con aroma a alcohol, estará demasiado madura y fermentada. 9. Palpar (no se puede realizar en frutas con cáscara dura como la sandía): Si se sienten duras y sin agua estarán inmaduras, si se sienten “llenas” o turgentes, están en su punto, si se sienten golpeadas o con zonas demasiado suaves, están pasadas y su sabor será ácido. 10. Observa que las frutas que no presenten zonas verdes, sino que hayan alcanzado en la mayoría de su piel su tonalidad característica. Evita la fruta con zonas negras o con golpes, ambos son indicadores de madurez excesiva, y una pulpa demasiado suave acompañada de sabores fermentados. Lleva los alimentos más frescos a tu mesa. Siguiendo estos consejos y un poco de práctica, observar y diferenciar la fruta en condiciones más óptimas será cuestión de segundos.